*Peto Lanzacabos*
Una de las leyendas más conocidas de Zha’kor habla sobre su viaje a la montaña más alta del mundo, ¿la recuerdas?, esa que habla sobre cómo forjó con la abrasión del hielo de las montañas en lugar de con fuego, algo que sucedió en realidad. Pero lo que no cuentan las leyendas es que fue allí, en el lugar más elevado de este condenado planeta, donde nació su quinta maravilla.
Tardó varias semanas en llegar a la cima, pero la alcanzó. La excepción era el último tramo, una superficie de hielo increíblemente lisa y resbaladiza, en pendiente, y en cuyo extremo se encontraba una forja inhabilitada por la falta de fuego fatuo imperecedero. Más allá sólo había abismo.
Verás viajero, nuestro aclamado herrero tenía cierta dualidad con las alturas pues, en igual medida, le apasionaban tanto como le aterraban. Esto es normal considerando que nació en una isla donde había más profundidades marinas que terreno elevado. Pero Zha’kor nunca se conformó con una situación que le impidiera alcanzar sus deseos y, a pesar de su terror, a pesar del frío y del viento subió el último tramo y llegó a la forja helada.
Se encontraba lejos de su isla por primera vez en su vida, así que centraba toda su atención en sus creaciones para evadirse. Ocurrió que el no poder disfrutar de la inmensidad del espacio aéreo que lo rodeaba en la cima del mundo lo cabreaba sobremanera, y lo que le impedía disfrutar era precisamente el deber mantenerse atento a sus pasos por la inestabilidad del terreno, que como dije, era altamente resbaladizo. Y fue cuando llegó a su mente una idea, aquella que le permitiría despreocuparse del suelo y poder caminar libremente en cualquier dirección que deseara por inestable que fuese el terreno. Creó el Peto Lanzacabos.
La abrasión del hielo dio vida a este increíble artefacto, capaz de permitirte el desplazamiento vertical debido a sus anzuelos que, están unidos mediante cadenas a unos aros que recorren los brazos, hasta llegar a un peto de cuero curtido y provisto de todo un sistema de pequeñas poleas que estiran o contraen las cadenas a voluntad del portador del Peto Lanzacabos. La longitud que logra alcanzar este genuino artilugio de Zha’kor supera los quince metros de largo cada vez que es activado, además de que el metal es inmune al frío y al calor, prácticamente al ser forjado por la abrasión del hielo ganó una dureza muy superior al resto de elementos sólidos, lo que le confiere sujeción a cualquier superficie sólida.
Así fue amigo viajero, como Zha'kor suprimió sus miedos y pudo admirar la belleza desde aquella magnífica altura sin distracción alguna. Gracias a esta pieza logró alcanzar todos los recónditos lugares a los que viajó, pero aun más, logró alcanzar cada uno de sus sueños y objetivos.
Inolvidable hazaña la de aquella montaña gigante, pero no pienses que la historia acaba aquí, pues tras forjar con la abrasión del hielo sus metas alcanzaron cotas que ninguno hubiese imaginado. Escucha atento en esta noche cerrada, su próxima creación dejará claro cuál era su actitud en la vida, y si crees que jorjar con hielo es extraño, espera a oír más sobre el herrero más legendario que ha existido nunca.
Mauricio Folk
No hay comentarios:
Publicar un comentario