*Avatar de Roble*
Mucho mejor ahora, ni qué decir tiene. Bueno compañero viajero, ¿seguimos?
La historia prosigue con uno de los tantos viajes que realizó dentro del continente, cuando se encontró con uno de los poderosos druidas que ejercían de mediadores entre el planeta y aquellos que lo habitan. Nada más encontrarlo lo observó detenidamente, y vio cómo las plantas y los árboles respondían a su llamada, e incluso las usaba como si de armas se tratasen. No necesitó ver más para que su ambición le crease la necesidad imperiosa de lograr algo semejante, pero no supo cómo poder forjar elementos de la naturaleza, era imposible. Sin embargo las cosas imposibles nunca frenaron a Zha’kor, que meditó por largo tiempo hasta llegar a una única conclusión sobre cómo lograr su objetivo. Recordó la forja de su primer avatar.
Como recordarás por el arco compuesto que forjó con la gran araña Collen, logró obtener la esencia viva de la misma y así logró forjar su primer arma legendaria pero, ¿cómo hacer lo mismo con una planta? Sin duda aquel druida podría resolver esta y otras cuestiones como qué árbol sería más indicado o cómo comunicarse con ellos. Lo que ocurrió fue que no fue tan fácil como esperaba, ya que la mismísima naturaleza impedía cualquier tipo de acercamiento al druida, además de que tras varias horas lo perdió de vista y su frustración le nublaba la mente.
Acabó sintiéndose derrotado y sin más se sentó frente al árbol que con tanto ahínco le impedía el paso, y se quedó observándolo sin más. No pensó, no emitió ningún sonido. Durante días enteros permaneció inmóvil y sin comer siquiera, de modo que hasta la propia naturaleza lo cubrió. Así pasó toda una semana, y ¿sabes qué ocurrió?
El árbol le habló, y no era un árbol cualquiera, era un Quercus Robur.
No me mires así viajero, no atentes contra mi honradez, ¡yo nunca miento! A ver, ¿alguna vez has oído hablar a un árbol?, pues eso es porque son muy tímidos, pero el herrero logró escuchar a uno y ambos mantuvieron una larga conversación de días enteros. Nada se sabe sobre qué diantres hablaron, pero nuestro mítico herrero lo logró de nuevo, y el propio árbol le entregó su propia esencia viva con la que forjó su increíble segundo avatar; El avatar de Roble, el único de todos ellos cuya esencia provino de un árbol en lugar de un animal.
Al final de su ardua e intensa forja tan sólo le dio la forma de una bellota, pero no te dejes engañar por esa simple apariencia viajero, no seas tan insensato como aquellos que han muerto de la mano de sus pocos portadores pues no es un arma corriente. Más allá de ser una de las armas más mortíferas y letales del planeta, como todo avatar, se trata de una variedad de armas distintas que brotan de las mismísima semilla, además de enraizar en los brazos de aquellas y aquellos que la porten aumentando así su fuerza y potencia de ataque de forma muy considerable. Además, y por si fuera poco, con cada impacto sobre el enemigo existe una posibilidad que de unas raíces queden injertadas en la herida sufrida y las mismas crezcan hasta causar la muerte. Aquellas leyendas que tanto cuentan sobre héroes que acabaron son sus rivales de un solo golpe probablemente portaban al avatar de Roble.
Por si tienes curiosidad algunas formas confirmadas de este avatar incluyen el látigo, la espada rapiera, la lanza, el kusari-gama o el hacha. En definitiva, toda una joya armamentística.
Desde ese momento en que su creación fue inspirada por el poder de un druida, buscó reproducir el poder de las criaturas más poderosas que encontrase en su camino a las siete forjas del mundo. Lo cierto es que nadie podría predecir aquello que vivió desde entonces, pero yo conozco su historia, viajero, y ahora tú también la conocerás. Escucha atento compañero, su siguiente inspiración surgió de la idea de forjar un arma aterradora y cuya sola presencia protegiese a quien la llevara consigo.
¿Adivinas que clase de criatura le impulsó a crearla?
Mauricio Folk
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