* La Parca*
Veamos, ¿has oído hablar alguna vez del rumor del reflejo torcido? Claro que sí, es mundialmente conocido, pero lo que no sabes es que ese rumor lo comenzó a difundir el mismísimo Zha’kor.
El rumor dice que las armas pueden presagiar ciertas cosas, dependiendo de en qué te fijes, y en este caso habla del reflejo se las superficies brillantes. Se cuenta que si el reflejo de la hoja de un arma se visualiza torcido o boca abajo, significaría que el mundo entero se pondría a disposición de quien portase dicho arma para destruir aquello que haya sido reflejado.
Para el legendario herrero las formas en que pueden ser usadas las armas fueron ilimitadas cuando se cruzó en su camino con las criaturas más aterradoras que conoció jamás, las parcas. Emisarias de la muerte, sólo mirarlas a los ojos podía dejarte inconsciente de puro terror, cosa que prácticamente fue lo que le sucedió a Zha’kor, pero aquella experiencia lo inspiró profundamente.
Quiso lograr desde entonces la creación de un arma que causara ese terror al observarla, pero no fue hasta días después, en una taberna como ésta en la que estamos, que descubrió el poder de las palabras y de los rumores. Fue cuando ya tuvo todo lo necesario para forjar aquella arma que lleva el mismo nombre de aquellas criaturas que lo inspiraron, La Parca.
Se trataba de una guadaña, como imaginarás, con la hoja bien ancha. Su superficie era tan reflectante que parecía más bien un espejo, siendo prácticamente imposible que los enemigos del portador de éste arma no se viesen reflejados en ella. La característica única de La Parca es que todo cuanto se refleja en ella se tuerce, al igual que la precisión de a quien se enfrente. Todo eso sumado al rumor de que si tu imagen está torcida en un arma todo se volverá en tu contra, logró que se cumpliera el objetivo inicial de herrero.
Aquel arma provocaba el terror de aquellos que posaban sus ojos sobre su reflectante hoja. De nuevo, la dualidad de hace presente en su historia, pues le entregó el arma a aquellos que no tuviesen habilidad para defenderse de sus enemigos, con el terror que la guadaña podía provocar en ellos.
La cosa se pone interesante compañero viajero, nuestro estimado herrero se encontraba cerca de la segunda forja que era uno de sus destinos, pero antes de llegar volvió a usar sus habilidades tras conocer la cultura de los guerreros en las sombras; los Tengu.
Mauricio Folk
No hay comentarios:
Publicar un comentario