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domingo, 22 de octubre de 2017

#21 *FURIOSO/FURIOUS*



*Guantelete Motorizado*

Al fin llegó al volcán nuestro legendario herrero, y allí encontró lo último que esperaba encontrar: Un robot mecha.
Se encontraba totalmente destrozado, y los herreros vulcanianos los desguazaban para sus creaciones. El concepto que aprendió Zha’kor de aquella fragua natural era que tdo puede reciclarse en una nueva cosa, un nuevo concepto.
Verás, aquellos herreros derretían los metales en la propia lava del volcán, que estaba activo y un pequeño río de lava cruzaba la cumbre de forma permanente, justo donde estaba situada la fragua. Respecto a los vulcanianos, eran tulpas, seres nacidos de la imaginación de otros seres y prácticamente inmunes al calor abrasador de la lava.
Obviamente el agobio era constante en Zha’kor mientras estuvo allí, pero había algo que lo agobiaba aún más, y era la falta de inspiración para una nueva creación. Los tulpas casi podían forjar la propia lava solidificada y con remaches metálicos del robot mecha desguazado, pero nuestro herero estaba aún más fascinado con las propias criaturas que allí vivían, pues eran seres creados de la imaginación, creaciones de otros, y su fascinación era tremenda. 
Entonces llegó su inspiración, que apareció instantánea tras una pregunta, ¿Por qué no forjar a partir de la imaginación, y crear su nueva arma tan sólo imaginándola? Tras eso nació el Guantelete Motorizado.
Ocurrió lo extraordinario, Zha’kor desguazó una gran cantidad de pequeñas piezas que encontró en el mecha, y las colocó sobre una roca alrededor de la cual fluía la lava, y nada más, tan sólo eso fue cuanto hizo. Tras eso pasó semanas frente a la lava y el metal. Quería crear un arma poderosa y destructiva, así que se concentró durante semanas para que cada pensamiento estuviese cargado de su propia furia y rabia interior para plasmarla en su creación. Después una vez canalizada la emoción pensó en la necesidad de aquella arma en el mundo, su desarrollo interno y pieza por pieza cómo se construiría.
El guantelete motorizado, dispondría de un solo pistón en su frontal y unos tubos a través de los cuales el mismo guantelete sería impulsado a diez veces más potencia de la que el portador use con su mismísima furia en un golpe. El artefacto más potente que forjó hasta el momento, y creado a partir de la mismísima imaginación de Zha’kor se materializó a través de su propia voluntad.
De nuevo, alcanzando cotas inalcanzables logrando tal proeza, pero la creación no llegó sola…
Se cuenta que aquel guantelete fue la última creación realizada en aquella forja, pues tras aquello el volcán, sin previo aviso entró en erupción. Para salvarse, nuestro épico herrero usó el propio guantelete motorizado. Cuanta más furia, más poderoso es el golpe de éste arma, y ver destruidas tantas creaciones y otros tantos tulpas lo cabreó sobremanera. Golpeó hacia el cielo y le propio impulso del golpe lo elevó en el aire, por encima del propio volcán, sól para ver cómo todo era destruido, sin posibilidad de ser salvado, como otras veces en que un espeso humo negro avisaba de la erupción, en este caso no hubo aviso.
Antes de caer volvió a golpear al aire hacia una dirección, y hacia ahí fue dirigido. Tras eso, la forja vulcaniana dejó de existir y pasó a ser una leyenda, pero créeme compañero viajero, existió, y la prueba viviente es aquel guantelete.
Hoy día poco se sabe de su paradero, pero la historia escrita habla de cada uno de sus portadores y se sus hazañas. Todavía hay quien dedica sus esfuerzos en encontrarla para alcanzar a gloria.

Y eso es todo sobre cómo Zha’kor llegó a la quinta de la siete forjas del mundo, y de cómo forjó con su mismísima furia e imaginación el artefacto más potente conocido. Parece que no quedase mucho más para acabar, pues ¿Qué más podría hacer éste herrero para superarse?
Permanece atento viajero, diez creaciones quedan aún por delante, y la próxima no se asemeja a ninguna de las treinta y una.


Mauricio Folk.


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